lunes, enero 09, 2006

blue turkey?


Mi hermanita linda me acaba de enviar las fotos de nuestra diminuta comida navideña en Las Mañanitas de Cuernavaca, a donde crudos y agotados pero hambrientos y felices nos fugamos de los demás parientes para celebrar con nuestra mami un año más de tolerancia extrema a su hijito gay y su hijita lesbi. Por supuesto que ella se sigue echando la culpa por tal resultado, como si algo pudiera cambiar, y nosotros seguimos apropiándonos las decisiones o al menos implicando al ausente papi, aunque mi hermana insiste en haberme copiado por lo bien que yo me la pasaba (¿y no vio las rabietas, tristezas, burlas, depresiones?) y yo le echo en cara no haberme dejado practicar el faje con ella, y que en cambio se ligara a los amigos que yo quería seducir. Ahora es feliz con su amiga (después de muchas y tremendas relaciones de telenovela, se ha quedado encantada con Claudia), yo con el mío (que es intercambiable, puede ser el ex de Francia o el que esté sentado conmigo en ese momento, en el vapor o en el restaurante o bar) y mi mamá no tanto con el suyo, un gringo que solía ser divertido y amable y se ha vuelto criticón y remilgoso, y lo peor, que tiene un hijo plasta absolutamente insoportable, un “pro guerra en Irak y maten a todos y no tengo por qué saludar porque soy muy mamón y las mujeres mueren por mí (mueren por su causa, eso sí) y aunque toda evidencia indica que soy un absoluto pendejo, me rehuso a creerlo porque le traje a mi papi un cognac bien carísimo y no le daremos ni una gota a la loca de hermanastro que me tocó, pinchi mundo”. Bah. Mejores comentarios hacía mi amiga inglesa, observando las costumbres locales: “las mujeres ricas usan ropa de plástico, dicen que porque no se arruga, pero tienen servicio que plancha. Plástico en el que se suda, ¿dónde quedaron las fibras naturales?” O “amo los taxis que traen rollo de baño para usar como trapo de mocos (snot rag, bien inglés el término).” Además de que con mi amigo franco-inglés se aventó la producción de la cena de nochebuena; él se partió la espalda por estar bañando el pavo con todo el vino que le puso al asunto y ella decoró la mesa con los crackers que trajo de Londres y cuyos premios yo le robé a todo mundo. Amo a mi mamá me mima y a mi hermanita la tremendita. Somos el núcleo. Luego, siguen los demás.

"Tan lindos, pero que nadie me vea"


"Me gusta el de blanco" "No, la de azul"

 

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