martes, enero 31, 2006

photographer needed


Admiro el trabajo del fotógrafo aéreo de la gigantesca Ciudad de México, pero cada vez que recorro el maravilloso documento del fotógrafo iraní de la vida canadiense en Toronto, se me antoja mucho que alguien le dedique a diario un momento de su vida para retratar un detalle de la ciudad nuestra, y encima, con la perfección técnica con que lo hace este excelente fotógrafo. Ni es nada la foto de arriba, nomás los tabiques amables de una fachada vieja en una fábrica cualquiera, pero de alguna forma, y como parte de un arsenal que ya lleva más de mil fotos, se vuelve un espejo de la vida en el norte, y uno casi huele la humedad, siente las piedritas en el piso y el viento frío en el pelo, con escasos intentos de sol. Y me dan ganas de vivir allá, lejos de acá. No por esta foto, sino por las otras, que expresan la vida urbana cómoda, moderna, con estaciones cálidas y frías, nieve, gozo, intimidad, nostalgia, cafés y restaurantes y gente simpática e interesante y diferente. Aquí todo es igual, todos son ajenos, todos buscan otra cosa, algo que no soy yo. Y yo no busco, nomás soy, en mi cotidiana forma cansada. Hasta mis quejas dan flojera. Claro, si sucede que uno se instala allá, en cuanto pasen cinco días fríos y grises, querrá volver acá, pero al menos será placentera esa nostalgia de sol y tranquilidad. (Pensado en anticipación de una sugerencia de mi padre. Oh, cuánto misterio.)

"bueno, ok, ¿pero dónde está mi calle?"

martes, enero 24, 2006

sunny kingdom


Ahora que estoy corrigiendo un libro sobre las amantes de los reyes europeos, me sorprenden detalles vistos en clases de historia secundaria pero nunca comprendidos en términos de uno, de lo normal, de hoy. ¿Cómo que un escuincle de cuatro años hereda el trono francés? Claro, su tío regente lleva las riendas hasta que cumple trece, pero no sé qué demonios pudo haber decidido sobre la forma de llevar su país en la adolescencia, fuera de qué duque debía presentarle qué camisa qué mañana, ni quién lo pudo haber tolerado con el ego tan elevado (todos tuvieron que hacerlo). Además, resulta que Luis XIV se la pasaba cogiendo con cuanta mujer se le pusiera en frente, hasta la esposa de su hermano, y para hacerlo, la nombraba marquesa o duquesa, le daba un palacio, carroza y joyas, y gualá. Cada retrato de una de esas mujeres haría una película llena de vicisitudes y horrores, triunfos sobre las rivales, magnificencia de la corte y tristezas inauditas de telenovela barata, dignas del Oscar del año. Se han filmado detalles de la vida esplendorosa de la corte francesa de entonces desde perspectivas extrañas, como la de Vatel, el cocinero de un conde que quiere complacer al rey, o de Lully, el músico que lo apoda Rey Sol en una obra donde actúa. El pasado persiste en nuestra imaginación como algo maravilloso, irresistible y tristemente irrecuperable, pero insistimos en la posibilidad de verificar los hechos improbables con pociones mágicas o máquinas que nos transporten, viajes por túneles del tiempo, aunque lo más que hemos logrado es llegar a través de la literatura, y su expresión visual, el cine. Lo verdaderamente extraño es que nuestra rutinaria vida presente sería para los del pasado un increíble viaje al futuro, mucho más lejano. Ya vivimos en el futuro, y no nos gusta. ¿Por qué será que el glamour de lo antiguo nos llama tanto, y los avances los ignoramos? *Suena el celular, que baje* Olviden lo que estaba diciendo. Terry me acaba de mandar con su chofer un frapuccino de Society, signature coffees, de aquí arribita en La Noria. Ni Luis XIV.

"och, con un segway daría vueltas toda la noche"

martes, enero 17, 2006

whirlwind weekend


El viernes, comida con Astro en la deliciosa y baratísima Marisquería de Parras, hablando de sus nuevos artículos sobre moda, asolearse, consejos de amor, para revistas de jóvenes. Al anochecer, miles de mezcales mineros, de cajeta y de café en La Botica de Campeche, con JP, Tamara y Raúl, discutiendo el caso de la pilla psicóloga acapulqueña que plagió el blog de Gonzalo, para terminar sin JP y con tacos exóticos en el Farolito, peleando a causa de King Kong (si en los cortos sale toda la peli, para qué verla, dice Astro, el asunto es ver cómo te presentan la historia, responde Raúl). El sábado, magnífica comidota de cebiche con pera y kiwi, pescado a la veracruzana con piel tostada, margarita de tamarindo con chile, en el Águila y Sol de Moliere, con Terry y su duquesa Daniela, la que estudia en Parsons en NY y fui a visitar en Octubre, quien disfrutó con Astro los detalles perrísimos del concurso de TV de diseñadores de moda. De noche, después de varios capítulos del genial Arrested Development, que nos prestó JP, fuimos a la hiper peda fiestera del gracioso y simpático y muy popular Xamiru, quien llenó el Don Keso de Amsterdam de amiguis y nos llenó de cerveza de barril, mezcal y tequila, en lo que yo escuchaba grandes opiniones de Nick (el Papa debe ser el más gay de todos; la iglesia católica debe ser abiertamente gay; jamás confiaría en la opinión de un heterosexual frustrado por no poder casarse ni coger. En cambio, un gay resuelve su sexualidad con compañeros de oficio, y objetivamente puede opinar sobre problemas matrimoniales, por ejemplo, pues no le atañen y los analiza racionalmente), y luego las de otra Tamara, quien se ha integrado totalmente a la vida judía, desde haber vivido en un kibutz en Israel hasta convertirse en la directora de relaciones públicas del grupo ashkenazi de México (de tierras hebreas emigraron a Italia y de allí a Europa oriental, para crecer a ocho de los trece millones de judíos en el mundo hoy), y las de la tremenda Conflictiva de Tijuana, con su risa estruendosa (mi misión es apoyar a los gordos, que bajen de peso y se sientan bien; por cierto, prueba mi tratamiento con hielo, ¡bajarás esa panza en semanas!). De allí nos fuimos Mar, Astro y yo a los delitacos de Califa, para dormir a gusto. Crudos y lentos pero hambrientos, el domingo nos llevó Terry de nuevo, esta vez al China Grill del Camino Real, a saborear manjares mandarines, para luego reír con la argentina loca que lleva seis años con su obra Surrealismo y tiene sketches en verdad chistosos (tensión feminista al teléfono, de verdad, no, de verdad, y no te cruces de brazos, se te atora el chacra mi vida). Antes de dormir, bebimos JP, Astro y yo café en Starbucks de Tamaulipas, yo Frapuccino espresso, y conversamos sobre los ligues de la semana. Y anoche, oh, no, fui a beber martinis con Sonia al W, después de admirar su cuarto todo excéntrico y moderno en el piso 6, y cenamos tacos de arrachera y pizza de aceituna negra con queso de cabra en lo que un amigo periodista nos contaba las hazañas de su libro sobre uno de los guerrilleros más conocidos de Colombia, desaparecido desde la publicación de la biografía y que el autor me da a traducir. ¿Me veré amenazado por la CIA, los narcos, la esposa? Miedo (espero que al menos me baje la panza de tanta ingestadera). Y esta noche, concierto en Bellas Artes.

"¿habré tomado demasiado café? ¿me falta más café?

lunes, enero 09, 2006

blue turkey?


Mi hermanita linda me acaba de enviar las fotos de nuestra diminuta comida navideña en Las Mañanitas de Cuernavaca, a donde crudos y agotados pero hambrientos y felices nos fugamos de los demás parientes para celebrar con nuestra mami un año más de tolerancia extrema a su hijito gay y su hijita lesbi. Por supuesto que ella se sigue echando la culpa por tal resultado, como si algo pudiera cambiar, y nosotros seguimos apropiándonos las decisiones o al menos implicando al ausente papi, aunque mi hermana insiste en haberme copiado por lo bien que yo me la pasaba (¿y no vio las rabietas, tristezas, burlas, depresiones?) y yo le echo en cara no haberme dejado practicar el faje con ella, y que en cambio se ligara a los amigos que yo quería seducir. Ahora es feliz con su amiga (después de muchas y tremendas relaciones de telenovela, se ha quedado encantada con Claudia), yo con el mío (que es intercambiable, puede ser el ex de Francia o el que esté sentado conmigo en ese momento, en el vapor o en el restaurante o bar) y mi mamá no tanto con el suyo, un gringo que solía ser divertido y amable y se ha vuelto criticón y remilgoso, y lo peor, que tiene un hijo plasta absolutamente insoportable, un “pro guerra en Irak y maten a todos y no tengo por qué saludar porque soy muy mamón y las mujeres mueren por mí (mueren por su causa, eso sí) y aunque toda evidencia indica que soy un absoluto pendejo, me rehuso a creerlo porque le traje a mi papi un cognac bien carísimo y no le daremos ni una gota a la loca de hermanastro que me tocó, pinchi mundo”. Bah. Mejores comentarios hacía mi amiga inglesa, observando las costumbres locales: “las mujeres ricas usan ropa de plástico, dicen que porque no se arruga, pero tienen servicio que plancha. Plástico en el que se suda, ¿dónde quedaron las fibras naturales?” O “amo los taxis que traen rollo de baño para usar como trapo de mocos (snot rag, bien inglés el término).” Además de que con mi amigo franco-inglés se aventó la producción de la cena de nochebuena; él se partió la espalda por estar bañando el pavo con todo el vino que le puso al asunto y ella decoró la mesa con los crackers que trajo de Londres y cuyos premios yo le robé a todo mundo. Amo a mi mamá me mima y a mi hermanita la tremendita. Somos el núcleo. Luego, siguen los demás.

"Tan lindos, pero que nadie me vea"


"Me gusta el de blanco" "No, la de azul"

martes, enero 03, 2006

your own species is not enough


Entiendo que si la primera premisa (gorila de 8 metros) es idiota, puede haber más premisas idiotas (la güerita le baila, él se enamora, ella lo ama y llora). Pero si el objeto de hacer una película costosísima es que el gorila parezca real, ¿por qué atiborrar de escenas inútiles lo que ya les estaba quedando bien? ¿Son maniáticos obsesivos que no pueden despegarse de las máquinas? ¿Nadie en Hollywood ha visto fotos de lo que un joven torito pamplonero es capaz de hacer a los osados babosos que corren por su vida en las estrechas calles españolas? Los güeyes pueden echarse media hora de corretiza prehistórica con cámara al hombro y zapatos de charol, huyendo por el lodo selvático entre muslos de pavo tamaño pesadilla post navideña, cuyos dueños se amontonan y se apachurran en la estampida, y nomás sudan tantito, ¡uy, estuvo grueso, we! Digo, si me van a presentar la idea de que la homosexualidad ya es tan aceptada (el ayudante negro mamado y el chavito rebelde se aman y lloran sin que nadie se queje) en la depresión gringa treintera, que lo nuevo es la zoofilia de una güerita por un gorilota, no hay lugar para la caricatura, y menos para errores técnicos como los ratoncitos humanos que a la fantasma traspasan las masas musculosas. Y si en un enfrenón del periférico la señora Windstar se desnuca, ¿cómo aguanta Naomi Watts esas sacudidas a medio pleito con los t-rex? Lo bueno de oír los comentarios mongoloides (ya se enojó el gorila) y risa incontenible (yoeaajajaaá, así le pegó el Mocos a la Panchita) del de atrás es aceptar que las mega producciones son negocio porque tienen su público.

"Se me hace que es puto y a mí no me coge"

Son más interesantes las estadísticas (se acercan a la meta de ingresos por Navidad, Kong a la cabeza el primer fin de semana con 31 millones de dolarucos, seguido de Narnia con 30, para el segundo fin la güera con 32 rebasa al chango con 31, un total mundial de 175 para Kong, que costó 207, y 225 para Narnia, que costó 150. Se tiene ganadora, y una vez más la bella mata a la bestia). Cuando trabajé en ICA, los ingenieros gastaron lo mismo en el puente Mezcala a Acapulco y 15 años después se sigue pagando con el peaje. Oigan, uno es una cinta enrollada, lo otro es una mole de concreto de 3 km de largo y 40 pisos de alto. Quiero ser productor, ¡cuánta adrenalina! ¡cuánta lana y tan rápido!

"Pinche mono, métetela por el culo. ¡Yo soy rica!

 

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