martes, diciembre 07, 2004

not dots but strings


La nueva teoría de física establece que los elementos básicos de la naturaleza, como los átomos y sus componentes, no son puntos, como los entendían los griegos (que marcaron el camino de la ciencia durante 25 siglos), sino que en realidad son hilitos -o gusanitos. Como los dippin dots que no son redondos sino alargaditos, o los gusanos de seda que come la iguana de Astro. Eso explica por qué nunca se puede ver un quark solo. Claro, no se puede ver sólo una punta de la oruga, siempre tiene cuerpo y el otro extremo. Esta babosada explica miles de asuntos de la conducta de las estrellas y los átomos y relaciona la teoría cuántica con la de la gravedad, asunto que había mantenido a los físicos en uno de dos campos enemigos. La nueva téoría no sólo aclara muchos asuntos turbios de la física, sino que ha liberado la imaginación para inventar teorías como el que nuestro universo sólo sea una plasta nacida por el roce de otros cuerpos mayores, como pelusa de un suéter que rozó con el abrigo. Qué miedo. Hay pequeños problemas para aceptar esta nueva teoría, como el que vivamos no en las 4 dimensiones acostumbradas -tres de espacio y una de tiempo- sino en ¡once! Explican que así como una manguera parece una línea en el jardín, para una hormiga es un cilindro que puede recorrer por dentro, por fuera, en círculo o a lo largo. Así, estamos hechos de billones de oruguitas cada una de once dimensiones, en constante movimiento. Och, como que este asunto ya me dio cosquillas por todo el cuerpo.

 

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