miércoles, octubre 26, 2005

new destinations


Como la mera idea de la playa causa pánico total y sudoración extrema, se buscan nuevos destinos, como este flamante y hermético hotel que abrió sus puertas en Atlantic City, Nueva Jersey, cuyo concepto es no salir de allí hasta el día de largarse, y pasar el rato apostando en los enormes salones de juego, comiendo manjares de todo tipo, bebiendo hasta la inconsciencia, comprando en las múltiples boutiques de cosas carísimas y retozando hasta la madrugada en habitaciones súper confortables y llenas de almohadas de plumas. Claro, se necesita visa gringa. Pero no hay terremotos, los terroristas van a plazas más famosas, los huracanes pasan de ladito y desgastados, y seguro hasta descuento hay por novedad, como en el metrobús. ¡Y miren qué chulo candil rojo en el fuallé! Y qué chulo me vería con la última moda de París, llena de lenguas famosas de los Rolling. Come to my room and see me sometime! (ja, si no creo que esté allí). Sin embargo, sigo pensando en París, ah, la belle ville, donde la amenaza nomás es el costo, como en el resto de las Uruapas. ¿Por qué París? Pues además de que cualquier pretexto es bueno, leí que reabrieron la Cinematheque Francaise, promotora de la nouvelle vague en los 50, en su nueva ubicación, un edificio noventero de Frank Gehry, en Bercy, en la XII, abandonado por su original dueño en quiebra, The American Center, y adaptado para mostrar filmes a todas horas, archivar cine de lo más valioso y exponer temas interesantes, como la comparación de pintura de Renoir el pintor con pelis de Renoir el cineasta -e hijo del pintor. ¡Oh! Qué bella época creativa esa. Lo nuevo se ve mejor en París, y lo viejo ni se diga. Y en vez de chicles, expendios automáticos venden libros. Tres chic!

"No cierre, tengo boleto. Se atoró el cahiers du cinema!"

 

Powered by Blogger