Stop laughing or crying!

Para todos aquellos lectores que inocentemente llegan a las costas de Sardinatrón, por ejemplo, y leen los tremebundos actos sin misericordia de su satánica y satírica reina, ya hay un remedio para ese inexplicable impulso posterior de echarse a reír a carcajadas a medio examen de cálculo o en el velorio de la tía Conchita. Claro, este remedio también sirve para sus inocentes víctimas, como la más reciente, la linda Avy, la de los calzones perdidos, que seguro se avy-enta una pataleta de llantos y berrinches incontrolables cada que recuerda cómo su sensual e ingenua personalidad fue hecha añicos a la vista de sus más queridos familiares, y corre a cancelar sus blogs y archivos personales elaborados con tanto cariño y entusiasmo. Pero esta droga nueva, a punto de ser autorizada, es en realidad para enfermos que sufren PBA (afectación pseudo-bulbar), una condición causada por enfermedades o heridas neurológicas a pacientes con esclerosis, alzheimer, infartos o accidentes, cuyo bulbo raquídeo emite impulsos que hacen llorar o reír violentamente más de cincuenta veces al día sin causa emotiva de placer o tristeza. ¡Qué chistoso! ¿Por qué no mejor se buscan trabajo en Canal 2? Pero para mí que esta peligrosísima enfermedad, antes no reconocida como existente y sólo nombrada risa y llanto patológico, o peligro emocional, o incontinencia emotiva, la nueva PBA (pavada) muy bien puede tener su origen en lecturas no autorizadas y moralmente dañinas. Así que no lo olvides, para leer a Sardina, compra Neurodex.