In praise of the green wig
- Hola Hugo. Interrumpo tus actividades oficinistas para convocarte a la grangran fiesta after-examen-profesional-de-Raul –Fuentes. ¡Dí que sí!
- Oh! Qué barbaridad! Es hoy el gran día de cine? Acepto y ya estoy planeando mi vestido. Sólo debo cancelar otro asunto que planeé por bobo!
- Ah, no. Calma, tienes todo un día para planear fríamente tu atuendo. Chin, ahora me doy cuenta de que no sé qué me voy a poner, ¡escándalo!
- Lástima del calor! Quería conocer tu abrigo de animal muerto. Entonces no hay problema si no voy al cine hoy? Trataré de llegar para verte en pantalla.
- Si no yo te paso una copia en dvd mañana. Y no habrá animal muerto pero probablemente me estrene mi nueva peluca verde. Ah, la fiesta es en el FuzzClub, Bolívar 44.
- Perfecto! Acepto el dvd. No se te olvide! Wow! Peluca verde, recórcholis! Y ahora qué me pongo, Batman? No conozco el antro. Esquina con qué? Muchas gracias.
- Yo tampoco lo conozco, habrá que echar mano de la guiaroji. ¡Ah, y también te pasaré una copia de mis videos: La novia de Marx, y Los Chairos. ¡Prohibido faltar!
- ¿Cómo dejar pasar este raro encuentro con la estrella fugaz verde? Nomás dime a qué hora! Besos! Yupi, cine!
- Raúl me dijo que ahí despuecito de las 9:30. Cualquier cosa nos mensajeamos. ¡Beso!
NOTA: Después de mi breve intercambio de mensajes de celular con plaqueta, a.k.a. Tamara, y de haber pasado una muy simpática velada envuelto en su dulce y peligrosísima seducción, bebiendo su delicioso veneno etílico y ensordecido por la garage music del tremendo Raúl, vi anoche el dvd de sus éxitos fílmicos y los amé. ¡Ya sé todo sobre los chairos! Cinemex debería sustituir su idiota fantasía de cómo se envuelve un chocolate con esta linda burla. Bravo, ¡Tamara Fellini (je)!