feel good movies
Hemos ido a ver dos maravillosas pelis de índole fantástica, que nos han dejado de muy buen humor, aunque quizá debamos aceptar que no andamos con las expectativas hasta el techo (disfrutar la vida relaja). A través del universo, la primera, es en realidad una visión profunda de una época clave en nuestro desarrollo como sociedad contemporánea, que rompió muchos tabúes, y un análisis sorprendente de las canciones de los Beatles que llegaron a perder su dimensión de tanto repetirse como baladas bobas de adolescente enamorado. Hay amor, y las barreras son los movimientos políticos, y uno canta admirado de los efectos visuales, sumamente bien logrados. Los amé. La otra es la Brújula dorada, original en el sentido de que ya le tocaba a una niña ser héroe, luego de galanes, galanas y niños. Y ella es muy simpática, como una Tamarita inglesa bien lista y a la que todo le sale bien. Nicole es una pieza tan delicada como el compás de oro, y hasta las escenas de guerra son comprensibles. No me molestan (como a Hugo) las almas corriendo al lado de uno como animal, pero yo que me burlaba del guardia del centro de sufrimiento porque traía un insecto por alma, ¡odio tener alma de ratón!
"Nunca serás tan bella y perfecta como yo, ok?"