back from miami

Regreso al caos: Mi maleta decidió quedarse más y llegó a México 6 horas después que yo (con mis compritas, pocas pero valiosas, dado mi pobre presupuesto). Upload ya no publica las fotos de mis posts anteriores (¡Bye, Paris!) ni aparece para poner fotos nuevas. La oficina está casi vacía (¿me pude haber quedado más tiempo fantaseando que vivo en uno de esos maravillosos edificios ultra modernos de Miami Beach?). El aire seco y polvoso de la ciudad ya me hizo estornudar mocos sangrientos (¿el Nicolo Kidman de la meseta en su Molino Rojo?). Tengo hambre (Sonita, anda, llévame a comer a un restaurancito súper chic en Coral Gables o de perdis las patas de cangrejo en el muelle). No quiero estar en México, mi vida ya está corriendo en paralelo en Miami, con mis amiguis de allá. Claro, para ellos soy un visitante eventual y casual, nada de preocuparse. Así que debo reorganizar mis actividades aquí, con mucho entusiasmo. Buscar alberca para nadar diario y sentirme saludable y esbelto. Suplicar que ya regrese Terry de San Diego para que me lleve a comer a los lugares deliciosos que frecuenta. Meter el coche al taller, vender la compu vieja, estrenar ropa, y trepar, llegar a algún lado nuevo en esta metrópoli que tanto admiran los sudacas que viven felices en Miami, lejos de sus poco sofisiticadas tierras de conflicto. Mmm. Bienvenido a México. Yupi.