Ernesto y yo
Cuando estuve en la primaria del Instituto Cumbres, rodeado de los hijos de los dueños de todas las empresas del país, no me sedujo el padre Maciel ni ninguno de los padres que nos llevaban a misa todos los viernes, ni me hice más católico, pero hice dos amistades duraderas, una de ellas con Ernesto Vargas Guajardo, quien vivía en Cóndor 245, en la colonia Las Aguilas. ¿Es el cóndor un águila? El caso es que recuerdo el número porque en mi libro de animales del Reader’s Digest la extensión de punta a punta de sus alas medía ese número. Gran descubrimiento. ¿O era 248? ¿Qué medida es esa? ¿No hay unos mas grandes que otros? El otro caso es que ahora lo quiero encontrar, para hablar de bisnes. ¡Ernesto! Call me, ok?
"¡Yo también soy Ernesto!""Ernesto D'alessio, pero en realidad soy Vargas"