pagar por lodo
Lo nuevo en vacaciones no es la playa ni un hotel de 500 pisos con caviar de 300 dólares la cucharada, sino una granja vieja y silenciosa en medio de la nada, rodeada de verde. Los huéspedes deben levantarse al alba, recoger los huevos frescos de las gallinas libres, y esperar el café recién hecho y el desayuno lleno de nutrientes y cero veneno. Luego, a trabajar más, atendiendo los sembrados, ordeñando los chivos y hacer el queso. La siesta es válida pero luego hay que hornear el pastel y caminar hasta la punta del cerro. Las cabañas son el modelo de la perfección para una miserable tienda de campaña de las de acá. Quiero. (Ups, US$300 noche.)
"¿y quién va a cocinar, también yo?""Mientras no se asomen los osos, cozy!"
"¿y el concepto flama quema tela?"
"¿pero dónde cae después, allí nomás?