crazy times
Perfect timing: justo cuando los banqueros se han quedado sin bono y chamba y casa y tarjetas, Saks Fifth Avenue inaugura su departamento Kiton, la marca más exclusiva del mundo de trajes hechos a mano por 300 italianos en un pueblito medieval. O sea, aunque fuera época de bonanza, no puedo imaginar pagando más de cien mil pesos por un traje, sólo porque tiene la marca y porque se la abren de a devis todos los botones. Dicen los que se lo han puesto que no puedes regresar nunca más a marcas más pedestres (como el once you try black you can’t go back, jeje, que nunca pude poner a prueba, pues el único close encounter que tuve con un ejemplar no fraguó), por lo suave que se siente, y porque la tela sabe desarrugarse en cuanto te bajas del avión. Bah, ¿quién viaja en traje estos días? Bueno, sí, los ejecutivos, esa clase dominante que da miedo y flojera nomás de verlos con sus portafolios a reventar y conectadísimos todo el día con sus gadgets a todo el mundo. En noticias más interesantes, se dice que se está gestando un internet más seguro que sustituirá el que estamos usando y que es una porquería llena de vicios y hackers. Pero habrá que dar datos personales para entrar, con lo que se pierde una de las virtudes del sistema, el anonimato. Decía el perro de una caricatura del New Yorker, en internet nadie sabe que eres perro.