mexicans conquer usa

Muchos de los mexicanos en Estados Unidos, usualmente demócratas, votaron esta vez por Bush. Quizá una razón haya sido Roberto Gonzáles, el primer mexicano nacido en Estados Unidos, en San Antonio (sólo un año antes que yo), que llega a un puesto tan alto en el gobierno americano, procurador general de la nación gringa. Y fue nombrado por su cuate texano Bush. Por supuesto, ya los demócratas, sobre todo uno que se porta como buen mexicano, Ted Kennedy, con sus farras fenomenales y caídas a ríos con amantes ahogadas, cuestionan el compromiso de Beto con la imparcialidad de la ley, ya que como buen mexicano, podría torcerla. Órale, si alguien nos ha puesto ejemplos de cómo torcer la ley según la ley de quién paga, son los gringos. Nomás recordar el escándalo del jugo de naranja Simpson y se eriza la piel. Es más atinada la crítica de que se pasa de estricto. Aquí no hubiera llegado tan lejos. En cuestiones internacionales, está a favor de torturar a los presos más allá de los límites de la convención de Ginebra (ésa que pone reglas de juego en las guerras, como no disparar a los huevos o a la hora del té) y aplicar el Acto Patriótico, que ha dado lugar a que lo dejen a uno en calzones en el pasillo del aeropuerto. Supongo que todos creen que ayudará a suavizar el acceso de más compañeros suyos a la tierra de dorados sueños y verdes realidades. No sé si lo haga, pues podría ser tipo cacique (cierren, yo ya entré, ¡que se jodan los demás!), pero lo peor es que en las cenas en la Casa Blanca alguien comente "mira qué oscurito", "sí, es mexicano", "pero naco, no lo he visto en casa de los Autrey".