dreams within dreams
Anoche soñé que estuve en el teatro. No, estuve allí, mirando Un sueño sin fin. Pero me dormí, pues tenía un sueño infernal. Afortunadamente, como indicó JP, las imágenes y los textos penetraron hasta mi inconsciente y surtirán sus mágicos efectos. Por lo pronto, a las 5.30 de la madrugada me llamó mi otra mitad, que la obra insiste que existe y buscamos por todos lados para resolver un enigma de soledad, y hugui me reclamó no haberlo invitado y abandonarlo, pero es justo lo que él me había pedido. Así que ahora no sé, buscamos armados del antifaz de varios personajes que se unen y se pelean encontrar el origen de nuestra tristeza como humanos en este planeta lleno de polvo y terrorífica oscuridad y cegadora luz. Interesante, y me gustó la interpretación de Brontis, el pequeño hijo que aparece en El Topo y quien parece llevar a cuestas la carga de su padre famoso y loco. La obra se basa en El Sueño, de Strindberg, mucho más compleja, de la alborada del siglo XX y favorita del sueco vanguardista por ser el resultado de su más sufrida relación amorosa; pero es inventiva y simpática. Y Jodo se veía bien.
"Seré cada vez menos famoso, oh, sufrir"
"Seré cada vez menos famoso, oh, sufrir"
"Sí, hugui, la locura es de lo más productiva"