decadent week mit H
Qué semanita celebrando con el galán un mes de conocernos (ok, no es Clive, pero a mis ojos, casi). El lunes no, pero el martes sí nos vimos. Llegó al Vía Tasso de mi amiga Carmela, donde jugamos mahjong (aprendió bien y la suerte de principiante le permitió ganar dos veces, y yo feliz) y cenamos unos tagliatelli sencillitos con jitomate. Le di aventón hasta su morada en Tlatelolco. El miércoles llegó al bar Cocoa del W donde yo estaba con Michele, quien nos había convocado allí para saludarla luego de seis meses de ausencia por su nueva chamba en Arles al sur de Francia, y nos quedamos con sus amigos colombianos hasta las 2 am cuando ella se fue a dormir, y luego aún sedientos y fiesteros nos metimos al Tom’s un rato, para terminar dormidos todo el día en mi cama y yo falté al trabajo por causas de amor, aunque sí me levanté un rato a hacer traducciones por internet, muy cumplido. Hice una sopa y quesadillas y nos vestimos cucos para ir a la inauguración en jueves del nuevo La Mar en Palmas, donde comimos canapés peruanos delis y bebimos whisky para la cruda. De allí alcanzamos a mis amigos de la prepa en el Non Solo para gulear con pollito rico y tinto y luego lo dejé en Reforma para que se fuera en micro a casa. El viernes pasé por él a la Plaza de las 3 culturas, donde fumé hasta que bajó. Volvimos con Carmela, cenamos el mejor consomé terapia del mundo y nos fuimos a ver bodrio francés, Ma mere. Y lo llevé a su casa porque estábamos cansados. Dormí a gusto. El sábado compré libros, uno para Steve, a cuyo cumple fuimos a celebrar en la noche, luego de encontrarnos Hugui y yo en Mariano Escobedo y Reforma, bien planeadores que somos. Mil vodkas y vinos y cositas ricas y a las 2 am otra vez pa fuera, con rumbo a Condesa, a la fiesta de Niche la guapa, donde vi con gran gusto y amor del bueno a Tamara y Paulina, pero huimos por falta de aire y espacio y alcohol y nos refugiamos de nuevo en el Tom’s. ¡Qué obsesión! Lágrimas, risas, escapadas, y de allí al amanecer al vapor, a pagar cuentas y sudar alcohol y tabaco, y por medio día de nuevo a casa juntos a dormir un buen rato, cenar, platicar y dormir hasta hoy que vine al trabajo y él volvió a su casa. Hoy vamos al cine.
"¿Así o más alcohol, hugui? ¡Wey!"