XXI century cellphones

Como Sardina se inmoló y Merboy se tasajeó en la tina, yo tuve mi pequeño funeral, para no estar tan out, y enterré mi antiguo celular, lindo ejemplar del planeta de los simios, the brick. En cambio, ahora tengo en manos un asunto hiper vanguardista -claro, fuera de territorios nipones, donde van en el XXII seguramente- que brilla a todo color, como mini laptop (handtop?) canta y baila, toma y muestra fotos nítidas, envía directo a los e-mails y blogs ajenos, almacena mis palabras recurrentes para anticiparse a mis textos antes de ser pensados, y guarda mi voz para enviar mensajes multimedia hablados, con música y efectos visuales. Además hace juego con mi coche, azul marino. Y ya le puse una super trendy cadenita oriental con todo y yen y gatito de jade. El conector a corriente es colapsable para eficiencia de viaje (ya vi dónde se intercambia el chip local, de Vallarta o París, para máxima eficiencia) y su funda es como guante de OJ Simpson. Sólo me falta encontrar el botón de encendido, bueno, más bien el de apagado, porque ya no quiero saber de otro "hello, motto"! Me urge bajar una canción favorita. ¿Cuál? "These phones are made for talking?" Anything but.