miércoles, marzo 10, 2010

to tlaxcala we went

Nos invitaron de nuevo a visitar uno de los hoteles de nuestra amiga Gabby Trejo (decimos que son de su papá, no que ella trabaja allí), esta vez en Tlaxcala, así que nos fuimos muy contentitos y llegamos pronto, pues no es nada lejos. Nos metieron a un museo muy pequeño con algunos cuadros del virreinato, donde aprendí sobre la historia del gigante Cristóbal que luego se hizo santo, y luego nos llevaron al hotel a comer para pasar la tarde en Huamantla, lugar donde en cierta fecha adornan calles enteras de flores frescas para que paseen a los santos y donde señoras viejitas y aburridas bordan mantos virginales con hilos de oro importados de Alemania. El hotel con su cascada y sus pasillos inhóspitos, y la cena buena en un patio helado, pero nos reímos mucho en la mesa, con Eli la fotógrafa, Felipe Bracho (hijo de Javier y ya de 25 años y físico que quiere hacer cine y escribe a veces para México Desconocido) y su amigo pintor y fotógrafo Pablo, una Carmen del Reforma y Shooki la iraní que apenas habla español pero es más perris que Jorge Pedro y yo y más concisa y simpática. Al día siguiente fuimos a las haciendas, reconstruidas unas y abandonadas otras, unas para turismo, otras para hacer pulque, que probamos y confirmamos que no es de dios beber eso, y una más para criar toros, donde unos se hicieron tontos tratando de torear en el polvo y otros bebimos tequilas y cervezas antes de comer pipianes y cosas como de fonda. Volvimos al hotel y cenamos y nos quejamos de las cosas y nos dormimos. La última mañana visitamos el centro de Tlaxcala, con sus iglesias, callecitas, murales históricos y viejitas que vendían fruta en la plaza. Lindo viaje. Agotador.

lunes, marzo 01, 2010

bye bye jan, feb

Vaya, pasaron los dos primeros meses del año como fines de semana, ni idea. Y eso que estuve en Cancún casi una semana, con preocupación extrema, y mi hermana sigue en el hospital, ya recuperándose de su primera aplicación de quimioterapia, con muchos dolores y fiebre y vómito, y oxígeno por una complicación pulmonar que nos tiene asustados, pero optimistas de que saldrá adelante, para que ya la den de alta y se instale en la casa que le prestan sus amigas y lleve una vida más normalita. Sufre y está desesperada por retomar su vida, con justa razón, pues ya son dos meses de cama. Y parece que no iré a San Antonio al cumple de mi ma porque se atraviesa semana santa y los boletos están muy caros, y nadie sabe qué pasará, así que quedamos en no hacer nada. Aunque quisiera ir unos días. A ver. En casa las cosas más tranquilas, pero sigo agobiado por la presión de los condóminos (los que no pagan y los que exigen reembolsos por reparaciones) y las reparaciones pendientes, aunque lo del súper y la cocinada de h ya está en efecto y comí muy rico este fin de lo que dejó (se fue a Cuerna con su familia). Estuve muy tranquis, leí, vi pelis. Y uso este blo como diario.

 

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