in for a swim

Estuve una semanita en San Antonio y mi mamá me mima me llevó al cine y a cenar en lugares ricos. Vimos Milk, muy buena, sobre el activista gay de San Francisco en los 70; Christmas tale, drama francés muy simpático donde uno quiere ser amigo de la familia, y de Catherine Deneuve; Valkure, cosa hollywoodense pero bastante bien hecha, con lo difícil de saber qué va a pasar y seguir viendo; Benjamin Button, que también disfruté mucho, un poco por la contraposición de edades extremas (como en mi caso) pero más por las bellezas profesionales (Cate, Tilda, Juila); y Slumdog Millionaire, de Danny Boyle, con el golpe duro de la pobreza extrema en la India (ya casi igual en Mex). Comimos papas y hamburguesa de un lugar típico, muy buenas, y cenamos de despedida en el Frederick’s, delicioso. Y hubo muchos cafés del Starbucks y la cena de Nochebuena preparada por mis step sisters, bastante buena pero demasiado abundante (el pavo con su relleno, puré de papa al ajo, puré de camote al ron, espinacas con alcachofa, arándanos con nueces, gravy espeso, plum pudding, dos tipos de cheesecake, más los vinos, los whiskys y el eggnogg del vecino). También fui a los shopping malls, que tenían baratas tremendas, pero aún así no me alcanzaron mis dolaritos para la súper chamarra de piel rebajada de 1,200 a 300 dólares. Ni modo. Y en la noche me voy a Vallarta para celebrar año nuevo, a ver qué tal. ¡Feliz año nuevo!

huge apetite

Qué corrupta está la sociedad por el asunto ese pegajoso llamado dinero. No puedo creer que un tramposo con cara de bueno salido de coney island se haya llevado de calle por más de 20 años a tanta gente y tantas instituciones y tantos millones de dólares. Los expertos en realidad son inútiles, resulta que nadie se dio cuenta, como nadie se dio cuenta de la explosiva burbuja de préstamos para bienes raíces, ni lo mal que andan los fabricantes de autos, ni lo idiota que era pagar bonos de cientos de millones a gerentes financieros, ni nada. Yo no me di cuenta de cuánto estaba gastando a fines del 07 pero me cayó el veinte y llevo todo el año remediando el asunto, a regañadientes. Es lo que falta que haga la señora grandota. Y tardará años, muchos. Pos que le sirva de lección. ¿Será igual en todo? Claro.
"Ahora es la ballena comelona, pero de panza vacía"

such dedication!

Qué pocos son los personajes actuales con una verdadera alma caritativa. La educación moderna no da lugar para esa actitud, y hasta es vista como signo de debilidad. Pero Greg Mortenson, tema del libro que me dio a leer mi mamá me mima, que lo conoció en la presentación y afirma que emana bondad, es la bondad misma, por una combinación extraña de haber perdido a su hermana menor consentida (ella murió asfixiada en su cama mientras él caía por un barranco, cosa de miedos transferidos quizá) y ser hijo de padres evangelistas que hicieron labor educativa en Tanzania con él a bordo, desde pequeño viviendo en tierras lejanas y pobres, integrándose y siendo caritativo. El caso es que al volver de un intento de escalar el K2, la montaña más peligrosa de todas, y sólo la segunda más alta, y perderse, y casi morir, y ser rescatado por los viejos de una aldea con niños, y descubrir que no tienen escuela, él promete construirles una. Lo ha logrado y lleva muchas escuelas más en esa inhóspita región pakistana. Lo admiro.

what does it mean?

O sea, exactamente. Los ojos malosos de la madre toda vestida hasta con capa en ese inhóspito cuarto sólo pueden decir ¡qué rico sabrás asado con chimichurri! Elegante, colgar la toalla a media sala, y práctico, olvidar la jofaina donde debe caer el agua de la jarra cuando se lave las manos de lidiar con los leños, o con los jugos de la carne. Interesante, cómo el pintor usa los tonos de la piel en la frazada, como para agigantar la presencia del bebé, tipo me ves chiquito pero, ¡teme!

i want some!

Ahora resulta que la crisis económica gringa afecta el consumo de langosta. Ya nadie compra, hay demasiadas y los precios han bajado al suelo. Urge manejar al norte de Boston y visitar a los amigos de Antoine que tenían la cabaña más perfecta y civilizada del mundo, justo en la bahía de Ogonquit y dando al mar. Qué ricas langostas comimos hasta el asco. Pero ya pasaron muchos años y podría empezar tan fresco como la primera vez. Manjar, aún mejor que las langostitas caribeñas que arponeaban los pescadores para asarlas al carbón en la playa, que tanto fascinaron a mis compañeros de remo cuando nos fuimos a Cancún en mi Opelito azul. Qué tiempos. Y mejor aún que la langosta en caldo de Menorca comiendo hambrientos Sonia y yo luego de esquiar.

"y el vinito blanco para ir al cielo"

too cold for me

Y con la cartera más flaca que mi voz con tanta tosedera, pos no llego, pero se antoja mucho visitar el sitio de esquí más al norte del mundo, en la parte sueca dentro del círculo ártico. Qué lejanía, qué pureza, qué belleza. Como cuando llegamos a la isla Harris, en las Outer Hebrides, en la punta occidental escocesa, y su playa de blanca arena blanca y caribeño mar me emocionó hasta las lágrimas (poquitas, seguro por el viento frío) después de viajar tanto en coche y luego en barco. Me emocionó más el hospedaje, un maravilloso castillo victoriano todo para nosotros, con cenas elegantes en el comedor de 24 sillas y salidas tempraneras con los pueblerinos a pescar salmón. Mi logro: uno tan chico que la jefa de cocina me lo sirvió como extra en mi desayuno. Cuántos capítulos de intensidad fílmica sucedieron en esa semana de asueto a la inglesa, very upper crust. I miss it so much.

"don't even think of swimming"

"your room is at the top of the tower, you little git"

mega bored

Me aburre no tener traducciones, pero aprovecho para preparar el calendario de ocupación de Vallarta, sólo que hay tantas nuevas limitantes que me parece imposible hacerlo bien. Me hipnotiza la pantalla y me olvido de mí, desaparezco un rato y cuando vuelvo no sé dónde estoy o de qué se trata. Es como una espera eterna para subirse a un avión, el famoso avión que no va a ningún lado. Y no tengo planes de fin de semana. Quizá llevar el coche a que le revisen las llantas. Fascinante.

so hungry! (for england)

Qué hambre, y qué ganas de estar sentado justo en este pub comiendo el delicioso fish and chips recién pescado del mar vecino. La torta que me hizo h anoche estaba buena, pero lo de este instante es un buen trozo de pescado, y el aire fresco y las flores y la lejanía, como esperando a que llegue Emma con sus locuras, gozando la felicidad y maravilla de vivir en la frontera de la civilización, y no en la retaguardia (bueno, hay mil países peores, lo sé). Vamos, si sólo es de hambre este post, no de llanto, así que ya. Y de queja de que no llegó Sonia como lo había dicho, y no me llevó a cenar.

dreams and realities

Buen fin. El viernes llegué por h para ir a cenar al Non solo pasta de Obregón, que estuvo muy rico porque teníamos mucha hambrita. Cheleamos y nos metimos a Lake Tahoe, de lentitud apabullante, pero muy interesante y entrañable. Me reconocí en el personaje que recorre el pueblo yucateco en la deseperación del amanecer en donde no sucede nada, y aprecié muchos detalles. Mucho talento en ese director. El sábado fui con JP a la inauguración de la galería Kurimanzutto a una cuadra de mi casa. Impresionante espacio, excelente reunión de galeristas de todo el mundo, y gran consumo de miles de cervezas Bohemia bajo el sol otoñal de la meseta. De allí a comer gratis al lugar turco, cuyo chef nos hizo entender la sutil diferencia entre lo suyo y los otras regiones árabes. Muy rico, de palacio de sultán, como dicen los nombres de sus platos. Y más sin pagar. Malos que somos, promesas de promoción que quizá nunca se den. A Cuerna yo, a ver a mi ma me mima, a quien visitaba mi antigua maestra de alemán. Nos contó historias padres de su juventud en NY. Envidia. Y ayer de vuelta, lunch en don Asado y ataque de nervios por la oferta de última hora de boletos a Madonna. Claro, se los llevó alguien más. El peor es nada, un rato de chelas en el Taller, con videos de la diva divine. pos ni modo.